Tim Burton suele darle un toque muy personal a sus películas que las hace muy reconocibles y a mí me gusta. Ahora se ha aliado con Disney para apuntarse a la moda del 3D, adaptando el cuento de "Alicia en el País de las Maravillas" (6/10). Si le das una dimensión más, la imaginación de Burton se agranda, por lo que recomiendo verla con las gafas (aunque me parece fatal el negociete que han montado con lo de las gafas, cobrándote una pasta por usarlas y devolverlas, todo ello de lo más antihigiénico). Es verdad que con Disney ha cedido una parte de su impronta para hacerla más amable y colorista, aunque sigue teniendo su toque gamberro.
Pierde contenido para atender más a lo visual y resaltar los efectos que esperamos en una película 3D, aunque tampoco queda mucho margen para la imaginación en una película de "Alicia en el país de las maravillas". Tal vez no sea una gran película pero sí merece la pena ver el prodigio tecnológico conseguido y los detalles Burton que te hacen pasar una hora cincuenta amena y con una sonrisa, lo cual no está nada mal para los tiempos que corren.
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