SECUESTRADOS

Ver "Secuestrados" (8/10) es un golpe en la mesa de nuestras vidas. Hiperrealismo de situaciones de la vida cotidiana (un atraco a una familia que vive en un chalet de una urbanización de las afueras de Madrid). Te retorcerás en tu butaca y sufrirás casi tanto como lo hacen los personajes de la familia víctima del secuestro (perdón por esta exageración porque es imposible). Dura hasta extremos casi inaguantables y con un castigo final que no esperamos. Todo es reconocible, real, sincero. Tal vez por eso es tan fuerte, porque está ahí y nos negamos a aceptarlo (ojos que no ven, corazón que no siente). Y nos lo ponen en bandeja de plata, con toda su mala leche para que no seamos tan ingenuos y bienpensados, para que reconozcamos que tenemos mucho por delante para lograr una sociedad en paz. Demasiado dolor y mucha violencia. Pero es necesaria y, con todo, una magnífica película, aunque sea un cine tan desagradable. Hay que darse de vez en cuando un baño de realidad, aunque duela. Por favor, sufridla.