Jamás pediré sopa de aleta de tiburón. Si después de ver esta película, "Océanos" (8/10), no eres un poco más ecologista, deberías ir pensándote lo de dimitir del género humano. Cuanta belleza (y fealdad, porque mira que hay peces feos los jodíos) en nuestro mar. Pura poesía visual, sin apenas palabras y engrandecida con una música fantástica que te transporta a un mundo de no tanto silencio y no tanta paz. Imágenes de una claridad y cercanía que te ponen los pelos de punta si eres algo sensible a la naturaleza. Pero no se contenta con mostrar lo nunca visto con tempo y arte, sino que premeditadamente adopta un situación beligerante con los humanos que se empeñan en cargarse el mundo marino, fuente de tanta vida, mostrando las barbaridades que hemos llegado a hacer. Pero destacaría sobre todo la intención de que cuando veas la película, ames la vida y el respeto por cualquier ser vivo, como los creadores de este excepcional documental han derrochado en su filmación.
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