La última de Balagueró, "Mientras Duermes" (6/10), va de terror psicológico y logra mantener la tensión, más su mayor valor es la presencia de Lluis Tosar, que llena la pantalla y transmite esas emociones como nadie, por su físico y por su buen hacer. Sin embargo, el guión peca de repetitivo y, ciertamente, resulta inverosímil. La idea que subyace es creíble: alguien que no es féliz y para encontrar fuerzas para vivir y superar esto, su única salida es que los demás tampoco lo sean. Como tampoco hay tanta gente que vaya transmitiendo por ahí su felicidad, basta con centrarse en los optimistas y ¡a por ellos! Podría haber dado más de sí pero tan solo entretiene.
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