Película tras película, el cine francés demuestra una calidad creciente y un interés preferente por lo social y lo humano, alejándose del gran espectáculo americano. Por ello, cada vez que aparece en nuestros cines una película gala me seduce la idea de verla cuanto antes ( y mira que hay motivos para odiar a los franchutes...). Así, me encuentro con "Declaración de Guerra" (8/10), drama humano donde los haya, con un guión que hasta al más insensible podría derrumbar (pareja muy mona que se enamora, se casan, y tienen un niño al que a los pocos meses le diagnostican un tumor cerebral...). Pero lejos de profundizar en el horror y producir lástima, se centra en las reacciones humanas ante la tragedia, nuestras debilidades y fortalezas, la fuerza del amor, la importancia de la familia y amigos, el límite de nuestra resistencia, en fin, lo que somos y lo que mostramos ser. Unos personajes diversos y genuínos cuyas formas de vivir diversas quedan en segundo plano para destacar sus sentimientos, lo que de verdad importa. Claro que llorarás, pero no por lástima hacia el niño, ajeno a todo, sino por la identificación con las reacciones de rabia, cariño, enfado, amor, odio, ..., que todos tenemos. Y para colmo un final triste (la realidad suele ser cruda y no hay que endulzarla sino aceptarla) y una dedicatoria maravillosa: "por una sanidad PUBLICA". Maravillosa.
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