Se trata de la nueva película de Alex de la Iglesia, "La chispa de la vida" (7/10), que como la coca cola, es chispeante y ácida (carbónica). No podía evitar el juego de palabras. En serio, es una magnífica película, al estilo berlanganiano por el que está derivando Alex de la Iglesia. Una crítica en toda regla a nuestra (por española) tristísima actualidad económica, política y social-televisiva, enmarcada en una comedia grotesca, única forma de tratar estos peliagudos temas sin caer en la hipocresía y el populismo barato. Algunas veces parece que va a desbodarse pero enseguida las aguas vuelven a su cauce, sobretodo cuando aparece en escena una espléndida Salma Hayek, sin menospreciar a un sorprendente José Mota, aunque nos cueste no imaginárnoslo como "Tío de la Vara", o "La Blasa".... Refuerzan la trama unos personajes secundarios bastante conocidos y que completan un compendio de figuras del belén en que se ha convertido esta España sumida en profunda crisis económica, pero también y mucho, moral, de políticos, televisiones, banca, ... Nos podemos reconocer y podemos justificar cada una de las actuaciones de los personajes de la película porque todos existen y los vemos casi cada día en los medios de comunicación y hasta casi en nuestro vecindario. Imprescindible. Lo pasarán bien viéndola y les servirá como autocrítica y hasta como psicoanálisis. Luego, podrían reflexionar. Y actuar.
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